
I
Las desempolvé y saqué de esa caja con telarañas,
se colgaron de mis hombros,
eran todos mis intentos
hacinados en ilusiones.
Me mostraron razones válidas
sólo para ese momento.
II
Una noche austera se perdió entre mi espalda:
me frotó con sus tibios
brazos hasta dormirme entre el
murmullo de escenas oníricas
que, rondando por mi cuello,
deletreaban pausadamente lo
que había querido sentir.
III
Cada vez hablan más
tímidamente esos sensibles
tratos después de que emerjo
y aíslo aire sensato;
me aconsejan dejar esas
aguas que envician de
vívidas demostraciones.
IV
Ahora voy por calles solas que se han ataviado
de errores, que vomitan
hambre y te consuelan
de malas decisiones.
Disuelvo la aparente prefecta imagen junto a mi
entusiasmo ahogado, aprieto
mi garganta evitando
que salga ese recuerdo
deteriorado de lo que pareció futuro:
caminar juntos hasta
cansarnos.
1 comentario:
...y es totalmente irónico caminar con alguien a unos pocos centimetros de distancia pensando en que es un buen momento, que todo es perfecto y, descubrir que apesar de todo y por muy cansado que se esté de camiar, vas caminando sólamente solo....
Publicar un comentario