sábado, 27 de marzo de 2010

Otro intento





I

Las desempolvé y saqué de esa caja con telarañas,
se colgaron de mis hombros,
eran todos mis intentos hacinados en ilusiones.
Me mostraron razones válidas sólo para ese momento.

II

Una noche austera se perdió entre mi espalda:
me frotó con sus tibios brazos hasta dormirme entre el
murmullo de escenas oníricas que, rondando por mi cuello,
deletreaban pausadamente lo que había querido sentir.

III

Cada vez hablan más tímidamente esos sensibles
tratos después de que emerjo y aíslo aire sensato;
me aconsejan dejar esas aguas que envician de
vívidas demostraciones.

IV

Ahora voy por calles solas que se han ataviado
de errores, que vomitan hambre y te consuelan
de malas decisiones.

Disuelvo la aparente prefecta imagen junto a mi
entusiasmo ahogado, aprieto mi garganta evitando
que salga ese recuerdo deteriorado de lo que pareció futuro:
caminar juntos hasta cansarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...y es totalmente irónico caminar con alguien a unos pocos centimetros de distancia pensando en que es un buen momento, que todo es perfecto y, descubrir que apesar de todo y por muy cansado que se esté de camiar, vas caminando sólamente solo....