Va y viene,
la oportunidad recelosa, a
expensas,
sin ausentarse de mis ojos
que procuran
parpadear justo en el tiempo
de ambos,
de los serás.
Va y viene devaneando, clavando
acertijos en el jardín de
las dudas:
raíces que sólo descubres
cuando platicas
a los charcos que acarician
tu reflejo para
salpicarte la verdad,
mojarla de algunas certezas.
Sé a donde llegar pero ubícame de dónde partir.
Sé a donde llegar pero ubícame de dónde partir.
Mis pasos dentro de un mapa.
Empiezo a querer desistir.
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